La vergüenza de un país o lo que es lo mismo, la vergüenza de un país.
El Supremo investiga a Baltasar Garzón a instancias del sindicato ultraderechista Manos Limpias, Libertad e identidad y la Falange Española de las JONS, por querer investigar los crímenes cometidos durante el franquismo, aunque más tarde se inhibió a favor de los juzgados locales donde estaban enterrados-escondidos los huesos de los muertos… y su memoria.
El juez Luciano Varela ha saltado a los medios de comunicación por otro asunto esta semana. Fue el ponente de una polémica sentencia que rebajó en 5 años la condena a un maltratador que dejó tetrapléjica a su esposa. Este juez entendió que no había alevosía, a pesar de que la acuchilló a las 4 de la madrugada cuando ella dormía.
Tendremos que empezar a pensar en qué pensarán de nosotros la gente de otros países. En cualquier caso solo tendrán dos elecciones: dudar entre si somos un país de vergüenza o un país de sinvergüenzas.
Gensanta, como estamos.
1 comentario:
El valor de un país no se mide por la valía de sus jueces o de sus instituciones públicas, se mide por el porcentaje de beneficios que generen los bancos y puede que, también, por los importes (propiedad de los ciudadanos) apropiados indebidamente por los delincuentes de guante blanco y que los mismos jueces mantienen en libertad o dejan que expire la causa pendiente. Como tú dices: y así vamos.
Daimiel
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