Un bunga sí, un bunga no.

El Senado italiano debate las drásticas medidas de ahorro de Berlusconi. La más severa es que se recortará el presupuesto para bunga-bunga el 50 por ciento. A partir de ya solo se podrá hacer bunga, y para casa con la señora.


Ahora que en España no nos quedamos cortos con los recortes, sobre todo en sanidad:

Para no acometer lo del copago sanitario, en los hospitales se va a dar un punto de sutura si, un punto no. Y la mercromina la traerá el herido.


En los hospitales se usarán las famosas camas calientes. Ocho horas un enfermo y 8 horas otro, con derecho a lavarse los bajos. En las horas sin cama aprovecharán para pasar la fregona.Las 8 horas que sobran se alquilarán a extranjeros.


Para abaratar costes, los enfermos que no estén en fase terminal tendrán que hacer guardias en los pasillos para que los visitantes no apoyen el pié contra la pared. Y así ahorramos también en pintura.


A los pijamas y camisones azules para los enfermos se les arrancará el botón que les queda. El pijama se usará “casual” y los botones para dar sabor a la sopa.


Las vendas se harán con los jaretones que se practicarán al efecto en la ropa del paciente y las gasas con las bragas, que son más suaves.


Cuando entremos de visita nos colocarán una bayeta encada pié para aprovechar y dejar los pasillos bien limpios. Las bayetas usadas se llevarán inmediatamente a la cocina, que la sopa de la cena no puede esperar más.


Los medicamentos se sortearán por la mañana temprano y al que no le toque ese día que juegue al euromillón


Se usará a los conserjes para que vayan por las habitaciones contándoles las noticias del periódico a los enfermos, así se ahorrará en luz y el conserje tiene el periódico memorizado de las veces que se lo lee. Todo ganancia en este caso.


La famosa cuña solo se lavará cada dos o tres cagadas, y si son meadas cuando esté a rebosar.


La tensión arterial la tomará la enfermera a un enfermo en cada habitación y luego ya se calcula una media. También se suprime el termómetro; la fiebre se tomará mirando al enfermo fijamente el colorcito de las mejillas.


En los casos de cáncer de gravedad se va a contar chistes a los enfermos, a ver si así les cambia la cara; y si no les cambia se les pondrá un capuchón (que tendrán que traer de casa)

En fin, que hoy hace 10 años que falleció Gila. Vaya por el.