21/10/10

De las enjundias del tabaco y de los los bares


Nuevas forma de fumar

Una reflexión, que no es lo mío pero tengo que decirlo. Aunque soy un fumador empedernido (algún día lo dejaré, estoy seguro), estoy completamente de acuerdo con que se prohíba fumar en todos los lugares públicos, no sé si abiertos o cerrados, pero me da lo mismo, el humo molesta y perjudica, y hay que admitirlo.
El asunto de no fumar en los bares está teniendo su especial repercusión y genera no pocas discusiones, sobre todo en los bares, mientras fumamos y nos tomamos unos chatos. Parece que queremos fumarlo todo antes del día 2 de Enero. Algún día en corrillos nos diremos ¿Te acuerdas de aquellos pitillitos que nos fumábamos en el bar? en vez de contar historias aburridas de la mili.
No obstante, como una mediana venganza doméstica dará comienzo mi lucha, individual, pero intensa. A saber:
  • Espero tener derecho, como no fumador, a que quiten las televisiones de los bares. A un bar no se va a ver la televisión, para eso están los videoclubs, ni a fumar, que para eso están los clubs de fumadores. Me molestará mucho entrar a tomar un cafelito a un bar y encontrarme la televisión a toda pastilla de volumen y a docenas de hinchas de distintos equipos de fútbol despotricando contra el árbitro o contra quién sea.
  • Me molestará mucho que las tragaperras estén constantemente emitiendo sonidos macabros, diabólicos, destrozadores de tímpanos y del buen gusto, y que acaben poniéndome de los nervios. Espero que la convivencia entre ludopatas y no fumadores no cause algún altercado.
  • Me molestará que el suelo del bar, restaurante, cafetería o antro, esté abarrotado de basura sin que el dueño pase una escoba durante horas y horas. Este crujido al pisar me molesta especialmente, sobre todo cuando pisas una rodaja de limón o un trozo de calamar abandonados a su suerte en el suelo.
  • Especialmente me molestará ver como el camarero igual está recogiendo la basura, pasando un trapo lleno de mierda por el mostrador que sirviéndote unas croquetas con las mismas dos manos que Dios le dio en perfecto estado de limpieza.
  • Me gustaría que de vez en cuando me dejaran pasar detrás del mostrador y echar una visual dentro del área. Así, de reojo, como miro algunas veces dan ganas incluso de fumar. No estaría de más que obligaran a que los mostradores fueran de cristal transparente.
  • Me joderá bastante que los taburetes o sillas no estén limpios. A ver si así dejo de limpiar la silla cada vez que quiero sentarme, como viene siendo habitual, si no quieres salir del bar con un redondelito de grasa en el culo.
  • Sobre manera me molestará entrar a lo que en algunos bares llaman el aseo, o cuarto de baño, o letrina. De esto prefiero no hablar ahora que estoy recién desayunado.
  • Exigiré que retiren de inmediato los vasitos con palillos que merodean de mano en mano y por alguna muela con cariada de vez en cuando y vuelven a su lugar de origen.
  • Me molestará que cuando me pongas las croquetas no traigan un cartelito con su composición o descomposición y el origen de lo que llevan dentro.
  • Me molestará, también dirigir la mirada a la cocina y que parezca el laboratorio del diablo, con sus cachivaches tiznados, sus sacos de cosas en el suelo y un cocinero o cocinera con un delantal que parece recién cogido en el vertedero municipal.
  • Exigiré que cuando pida la cuenta me den un ticket con el precio y su IVA y que la vuelta no me la den en monedillas para que pueda dejar propina sin tener que cambiar. Ya no colará lo de ¿Cuánto es? –trisdtadantos euros.
  • Espero poder llegar a un restaurante y que la comida la saquen hecha desde la cocina y dejen de poner en las mesas esos infernales infiernillos donde a algunos cocinillas frustrados les gusta hacerse la carne y me pringan e impregnan con olorosas grasazas. A mí que cuando salgo a comer por ahí voy más limpio que un San Luis.
  • Espero que me paguen la tintorería cuando ponga el brazo en el mostrador y me embadurne el codo con la mierda que reposa allí desde que se fue el cliente anterior.
  • Me pregunto si tendré derecho a llamar a la policía sanitaria si veo que el camarero está resfriado o estornudando y contaminando con sus microbios comida y bebida a diestro y siniestro.
  • Me gustaría también, al menos de vez en cuando, poder ojear dentro de eso que llaman cámara, teóricamente para conservación de los alimentos y que también guarda todo lo que quieren que no se vea.
  • Lo que si exigiré, nada más entrar es que tapen el fregadero, con lo que sea, pero que lo tapen, por favor.
  • Bueno, y como vea a un camarero o camarera sudando y con las gotas colgando de sus lugares no sé ni la que voy a armar. En esta medida añadiré que voy a exigir
    En fin, que mi lucha dará comienzo con toda su fuerza el día 2 de Enero, pero mientras ira haciendo prácticas y apuntando detalles que así, de memoria, seguro que me olvido de bastantes.
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