29/12/10

Sobre los "mercados" las pensiones y los malos gobiernos

  • Primo, vamos a tener que estudiar y revisar conceptos sobre si esto de que los “mercados”, incluidos los bancos al uso, tengan la culpa de nuestra catástrofe económica.
    Los malos (una categoría más que mediocres) gobiernos que nos gobiernan están gobernando directa y literalmente para ellos, para los mercados y para la banca. A posteriori nos hacen creer, tanto economistas como expertos (eso dicen) de que la culpa la tienen otros, y para no señalar con el dedo los denominan así “mercados”, con un nombre genérico que no dice nada pero que es el mal de todo. A alguien hay que culpar, ya que sería la primera vez en la historia de la democracia o de las dictaduras que un gobierno tiene culpa de algo. Como mucho, unos gobernantes echan las culpas a otros gobernantes o a opositores, pero nunca, nunca el culpable de algo será un GOBIERNO.
    Puede que tengan razón, realmente el culpable es el mal gobierno. Ni que los gobiernos fueran máquinas de gobernar a las que se las enchufa y que gobiernen.
    Todo esto que digo, primo, es para analizar un asunto, preocupante desde luego, si lo vemos desde el punto de vista de una persona normal y corriente, que no piense en política, ni admira a dictadorzuelos demócratas o que ni siquiera vote de lo poco que le importa toda esta maraña de desgobiernos.
    Así, con todo esto, el desgobierno actual decide salvar a la banca de nuevo, pero esta vez que no sea tan descarado, que la última de darles pasta gansa a cargo de las arcas públicas fue para mear y no echar gota.
    Nada mejor para aportar dinero en efectivo y cautivo a los banqueros que andar jodiendo al personal con las pensiones y Pactos de Toledo diversos. Que sí suben, que si bajan, que si se recortan, que si hay que cotizar quince años más o si tenemos que jubilarnos unos días antes de coger el bastón y el bote de las pastillas para llevar en el bolsillo para antes, entre, y después de las comidas.
    Y nosotros, los “daospoculo*” vamos corriendo al banco de la esquina (se colocan en el mismo lugar que las meretrices, pero detrás no vaya a ser que haya palos), a hablar con el director, que sabe de pensiones lo mismo que yo de torear, para que aprisa nos busque algún lugar seguro para colocar nuestro dinero y garantizarnos una pensioncilla, ya que el Estado no va a ser capaz… otra vez
    El señor director tiene un abanico amplio, muy amplio de posibilidades para resguardar tu dinero y tu pensión. A cambio de mantener su mísero sueldo, este hombre o mujer, hace un trabajo ímprobo a su jefe, que en ese momento estará llevando lo recaudado el día anterior en planes de pensiones o jubilaciones a algún paraíso fiscal, a invertir en hipotecas americanas, deudas soberanas seguramente de nuestro propio país, estará pagando jubilaciones antes de tiempo de su personal no rentable, o a invertirlo en compañías eléctricas españolas para asegurarse su rentabilidad desde otro sitio… En cualquier lugar estará más seguro que en su banco.
    Y ya estás jodido. Cada mes aportas una cantidad que no te devolverán nunca revalorizada, pero que no podrás tocar ni ver hasta que te jubiles o la cobren tus herederos si tienen la suerte de que te mueras currando. No hay motivo ni excusa posible para retirar “tu” dinero, ya que en cuanto te despides del señor director esa pasta deja de ser tuya. Te puedes morir de hambre o de una enfermedad de pago antes de jubilarte que la pasta la tendrá el banco y no la va a soltar. El gobierno le dio autorización para delinquir, quedarse con lo que no es suyo por que un artículo que alguna ley lo dice.
    Cada vez que los mercados necesitan dinero, el gobierno de turno hace la pantomima de quebrar el sistema de pensiones, y nosotros, que nos siguen dando y nos gusta que nos den, les salvamos el culo una y otra vez. El sistema “lo han quebrado” varias veces en los últimos treinta años y lo volverán a hacer dentro de unos pocos. Y no aprendemos.

    *Esta palabra la voy a proponer a la RAE que con lo innovadores que están puede que me la legalicen.
  • 1 comentario:

    Anónimo dijo...

    Feliz año primo