Mañana “a la noche” ya veremos

Así se sale don Tancredo, por la tangente, cuado le preguntan por los componentes del nuevo gobierno. Lo bueno, es que ni sus periódicos aplauden y lo malo es que a don Mariano ya no le quedan tangentes, no obstante sus acólitos siguen aplaudiendo como si realmente estuviera haciendo algo más que repetirse y repetirse. En cuaquier momento sacarán un “pillado” con el generador de confianza y empleo con un parado colgado en su caña de pescar salmones en el Sella, heredada del noble español llamado entonces generalísimo y ahora también.

Al oír a Mariano estos dos días que lleva “invistiéndose” no podía dejar de pensar en la magnífica proposición del maestro Gila cuando decía que, para no gastar en armas, “insultaríamos al enemigo, que desmoraliza más”. Me da que los tiros del nuevo presidente van más por ahí que otra cosa. De lo que no hay duda es de que los del Pp insultando son unos ases es tienen práctica más que de sobra, asi que a ver si, por lo menos, insultan bien, empezando por doña Angela y su tropa.

Se acabó el talante y empieza el nuevo estilo. Ante el interés general por conocer quienes serán los afortunados ministros, Rajoy ya avisó a su “tropelía” de que serán Ministros los que lleven el número cuyas cifras coincidan con la terminación del Gordo de Navidad. “Y no me digáis que esto no es democracia que me cabreo y saco la mayoría absoluta a la calle”. Además, por si el Gordo este año queda desierto se sacará el plan B. Serán ministros o ministras, o viceversa. Genial, don Mariano, genial.

Hoy la Moncloa está libre, Zapatero ya se fue a dormir a su casa y Rajoy aún está con lo del sorteo, así que es probable que en la Moncloa viva, desde ahora, Rouco Varela. Bueno, el fantasma ya vive desde hace años, incluso con Zapatero.

Los políticos catalanes ya han instaurado lo de pagar y pagar y pagar otra vez 1 euro por cada receta del médico y 3 por visitar cada monumento (o lo que sea) que tienen repartidos por las veguerías. Así seguimos pagando veinte veces lo que ya pagamos entre todos. No obstante, para que seamos todos iguales, los catalanes no tendrán que pagar por ir a misa, que se cabrea el fantasma de la Moncloa.

Bueno, don Tancredo, voy a darle otros pocos días, o meses, o años, con la seguridad de que al final tendrá usted que hacer algo, aunque sea marcharse y dejar a alguien un poquito mejor, que seguro que tienen, y si no esperamos a que absuelvan a Camps o a Fabra y les ponemos ahí, que por lo menos saben arruinar Comunidades que así, “con la suma de todos”, arruinan países y lo que se les ponga por delante.