Gibraltar español… para distraer.

El gobierno anda metido en líos con lo de Gibraltar y parece que quieren retomar el asunto por enésima vez. Los gibraltareños están deseando sumarse a un país próspero como el nuestro y el Margallo dice que donde pasan hambre cuarenta millones pasarán hambre otros cien mil. Par algo estaba estudiando inglés don Tancredo.

Mariano se fue a Alemania, si encuentra curro se queda. Lo malo es que allí no hay puestecillos de director general de caja de ahorros con varios milloncejos de sueldo, ni consejerillos de algo con chófer y secre. A ver.

Mientras encuentra curro verá a los del Consejo Europeo para preguntarles si tienen bidones de árnica, ungüentos de variados colores y cataplasmas de distintos tamaños. Como se traiga de todo esto la crisis se habrá terminado. Aunque ya encargará a Mariloli que recorte el árnica, no vaya a ser que utilicemos la cataplasma por encima de nuestras posibilidades.

Resulta que España vendió el año pasado un porrón de armas por ahí, sin ton ni son, a los de la primavera árabe y a los del invierno palestino. Se van a enterar como llegue el asunto a oídos de Obama, el exclusivista mundial de estos útiles. Lo más que nos va a permitir va a ser vender estoques de los de matar toros, que es lo nuestro.

Ayer se organizó una cena informal en la sede del Psoe para despedir a Zapatero. Esto es lo “más” que hace el partido por los españoles. Aunque no es poco.

El Gobierno (en funciones) dice ahora que habrá que ampliar la edad de jubilación a más de los 67 años. Y lo harán, vaya que si lo harán. En nombre de Dios y de Zapatero.

El gobierno asegura que va a imponer una multa de 9.000.000 de euros a Spanair. Se descojonan de la risa, vamos (los de la aviadora) y los del gobierno no saben que decir ni tienen nada que decir. Son creativos.