Para un debate que hacen los políticos en la televisión y en campaña, para que podamos ver y tocar sus manejos ante las elecciones, resulta que está todo pactado y previsto y encima nos cuesta más de 500.000 euros.
Desde la altura de las mesas y sillas donde se sentarán los señores Rajoy y Rubalcaba hasta quién entra primero, todo está pactado… quién empieza, quién acaba y, seguramente, lo que dirán.
No creo que Rubalcaba lea esto, pero por si acaso yo lo suelto. Consejos y consejeros bien pagados no le faltarán, pero la llave de llevárselo crudo esta noche está fácil.
El Rajoy, que es más aburrido que un santo de piedra, que no habla si no tiene memorizado y escrito lo que va a decir, que trabaja a piñón fijo, que da la cara de bueno cuando tiene a los esbirros de la guerrilla trabajando día y noche para él, no sabrá defenderse y quedará en evidencia si:
El Rubalcaba, pasa de Campo Vidal, de Rajoy, de la altura de la mesa y aún de los telespectadores, y juega su partido, ganará por goleada.
La actuación:
Cuando Campo Vidal diga que ya pueden empezar a hablar de economía, por ejemplo, Rubalcaba le interrumpirá y le dirá que estamos en directo y que él va a hablar de lo que quiera y cambiado totalmente el guión pactado y establecido. Un “tú te callas al moderador no estará de más”.
Para vencer en este partido hay que hacer saltar la banca, pasándose por el forro lo acordado.
Impacto mediático asegurado. Rajoy sabe leer bien si entiende la letra, pero como tenga que improvisar acabarán saliéndosele los colores… si tiene.
De nada, aún estás a tiempo Alfredo, pero no me lees… te jodes.
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