Todas, absolutamente todas las Comunidades Autónomas, y el Estado, han recortado a lo bestia. Sanidad, profesores, universidades, dependencia, investigación, pensiones, sueldos a funcionarios y a los que no lo son, limpieza, despidos masivos, ayudas a parados, etc y etc, y resulta que el déficit de toda esta cosa se reduce una miserable centésima. Bueno, también hay que decir que Mariloli de Cospedal ha vendido dos coches usados que no están computados. A ver si esto va a ser realmente el terrorismo de estado y no lo otro.
Vayan a engañar a otros, hombre, y hagan que devuelvan las jubilaciones millonarias y las indemnizaciones, no menos millonarias, de los dirigentes, ineptos y tuercebotas, de las Cajas, los sueldazos y dietas (a dieta les ponía yo) de alcaldillos y concejalillos, los millones de ifones gratis para llamar a la querida (eso sería los más noble), las dádivas a los miles de “urdangarines” que pululan por España, las comisiones, más millonarias si cabe, de los “Millets”, los “Matas”, los “Blancos”, los excesos de pagos a las contratas para hacer palacios, “gaiases” y rotondas, los millones (y millones) que dieron a los bancos para que puedan seguir jodiéndonos con mayor solvencia eso sí, los chóferes-asesores con sueldos de director general de Tráfico… bueno, esto no se terminaría nunca, pero seguramente se reduciría el dichoso déficit en un buen puñado de centésimas, o décimas, o enteros, quién sabe.
Soñador, lerdo pero soñador, al señor Rajoy ni está ni se le espera. A ver si por lo menos se asoma a algún micrófono para decir que en España amanece y ya se puede fumar en cualquier lugar.
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